¿Pero cómo se vincula el pueblo con sus delegados y los centros laborales de su demarcación?
A través del Consejo Popular, el cual está investido de la más alta autoridad para el desempeño de sus funciones, representando a la demarcación donde actúa y también a los órganos del Poder Popular municipal, provincial y nacional. El Consejo Popular está integrado por un presidente y los delegados de las circunscripciones que lo conforman, los cuales realizan un arduo trabajo a favor de la sociedad.
Pero como en toda obra, por muy difícil que sea, está presente la mano de la mujer, la Asamblea Municipal del Poder Popular en Las Tunas se enorgullece de contar con cinco Presidentas de Consejos Populares, mujeres altruistas y abnegadas que no entienden de derrotas ni negativas. Una de ellas es Alejandrina de la Caridad Cruz Rodríguez, Presidenta del Consejo Popular 5
¿Cómo definirías el trabajo que realizas?
Es una gran responsabilidad, pues ello implica estar pendiente de las necesidades del pueblo y que las instituciones que radican en nuestro Consejo Popular funcionen acorde a un sistema social como el nuestro. Esta es una labor que no se limita a 8 horas de trabajo, es a tiempo completo y a ella me entrego con responsabilidad y compromiso.
¿Qué es lo que más te satisface de tu trabajo?
La sonrisa de la gente agradecida, la satisfacción de la tarea cumplida y el compromiso de seguir adelante.
¿Y lo que más te incomoda?
No poder cumplir con tareas cuya solución no está al alcance de mis manos. Me incomoda mucho lidiar con personas que, sin importar su cargo o nivel cultural no sientan en sus corazones la necesidad de ayudar a los demás y de trabajar para que las cosas salgan bien.
¿Cómo logras manejar tus responsabilidades como Presidenta del Consejo Popular sin desatender a la familia?
Eres una mujer optimista y alegre, ¿qué mensaje compartirías hoy?
Estamos en tiempos difíciles, donde una sonrisa, un trato afable y una respuesta acertada son curas para grandes males. Ser gentiles es una necesidad, no solo por lo que brindas sino también por lo que recibes: tranquilidad en tu corazón y la satisfacción de que, sin importar tu edad, debes crecer cada día como ser humano.
“Sin la mujer, la obra ingente de la Revolución no habría sido posible”